En la Junta General celebrada
este pasado domingo, se trataban, entre otras cosas, todas las cuestiones
relativas al Desfile Procesional de la Hermandad durante la Procesión de Paz y
Caridad, todo ello analizado a través de un extenso Informe elaborado por la
Junta de Diputación de la Hermandad y leído a los cerca de 200 hermanos
presentes en la Sala Luis Marco Pérez del Museo de la Semana Santa de Cuenca.
Foto: Voces de Cuenca. Rubén M. Checa |
Dado que lo que ha salido bien y
ha tenido éxito, así era reconocido y agradecido en el informe y tan solo se trata
de seguir incidiendo en ello para, si cabe, poder mejorarlo, queremos
detenernos en la parte menos exitosa, en aquella que debemos corregir y mejorar
en lo sucesivo.
En esta parte autocrítica,
debemos tomar conciencia de lo que en la Procesión de Paz y Caridad, y en lo
que a nuestra Hermandad se refiere, no
vale todo, y así se ha intentado trasladar desde la campaña de
concienciación de la JdC para este año, encaminada a hacer nuestros desfiles
más serios, silenciosos, austeros y con más recogimiento. Organizar una
Procesión es algo muy complicado y nada se deja al azar, por esa razón se
llevan a cabo varias reuniones organizativas en la Junta de Cofradias, en la Archicofradía y hacemos
una reunión final más de la Junta de Diputación de nuestra Hermandad la semana
anterior a la llegada de nuestra Semana Santa para ultimar todos los detalles
propios de la Procesión. El responsable de la Hermandad, a todos los efectos es
el Secretario de la Hermandad y es quien toma las decisiones organizativas
previas a la Procesión para que todo esté convenientemente dispuesto. Durante
la Procesión de Paz y Caridad, el máximo responsable es el Representante de la
misma, y él es quien toma todas las decisiones y tiene la facultad, si lo ve
conveniente o necesario, de derivar funciones en el resto de responsables de la
Procesión, los cuales no son otros que el Secretario y los Hermanos Mayores,
los que tienen a su vez asignadas una
serie de funciones dentro del Cortejo claramente especificadas previamente. A
pesar de todo ello y como es lógico y evidente, los imprevistos que puedan
surgir, se deben ir solucionando conforme sucedan sin menosprecio de todo lo
anterior.
Revista SOLEDAD 2017. Página 31 |
Las Normas Internas para la procesión lo recogen en nuestra Revista “SOLEDAD” cada año, incluso se advierte que se puede invitar al
Hermano en cuestión a ponerle remedio, pero durante la Procesión no se están
poniendo en práctica dichas medidas por aquello de ser tolerantes,
conciliadores, permisivos, o por el tan usado “bueno, no pasa nada, venga, el
año que viene te cambias”. Nuestro papel como nazarenos está muy claro:
acompañar a la Madre correctamente uniformados, con fe, devoción, decoro y
respeto. Resulta muy violento y desagradable tener que indicar a un hermano que
abandone el Desfile, independientemente de la función que esté desempeñando,
simplemente porque no ha usado el sentido común o “no se ha acordado” de cuál
es su papel. Solucionar este despropósito es tarea de todos, empezando por el
propio Secretario de la Hermandad dando ejemplo en todo, siguiendo por los
miembros de la Junta de Diputación, los Hermanos Mayores y todos los Hermanos y
Hermanas que componen el Desfile Procesional, para a su vez, trasladarlo al
resto, a quienes tenemos a nuestro alrededor (familiares, amigos, conocidos,
compañeros de trabajo o de tertulias, …). Hay que evitar que estas cosas
vuelvan a verse en nuestro Desfile para darle la seriedad que requiere
acompañar a la Virgen en su Soledad.
Estas reflexiones, sinceramente constructivas, pretenden
llamar la atención a todas las partes que componemos la Hermandad, en una
función o en otra, en un puesto de responsabilidad u otro, simplemente para
evitar la relajación en algo tan importante como lo que celebramos cada Jueves
Santo. No debemos confundir la “tolerancia”, “la permisividad”, el “buen
talante”, la “cordialidad”, …, con el respeto hacia nuestra Madre, la falta de
compromiso y la responsabilidad que cada uno, desde nuestro puesto, debemos
ejercer. Si cada uno desarrollamos y ejercemos nuestra función y nuestra
responsabilidad de manera correcta, conseguiremos erradicar estos errores o
pequeños detalles que aparecen en la Procesión y mejorar la Hermandad en su globalidad.
Esta Hermandad está formada por
grandes nazarenos, todos iguales en le fe y devoción en nuestra Madre. Nadie
destaca sobre nadie, a pesar de que cada uno tenemos una responsabilidad
diferente y se ejerce como tal por el bien común, pero todos somos igualmente
importantes para conseguir una gran Hermandad. La unión de todos nos hará
mejores nazarenos y, en definitiva, hará mejor y más grande a la Hermandad para
ser el orgullo, único y verdadero, de nuestra Madre, Ntra. Sra. de la Soledad
del Puente.
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